El juego ideal para tu niño interior. (Si tu niño interior es un HDP). Completa el enunciado de la carta negra con una de tus cartas blancas. Sé atrevido, absurdo, sarcástico, gilipollas, ridículo o lo que se te ocurra. Lo importante es que seas gracioso. O que creas que lo eres. ¡Ojo! Este juego está lleno de humor negro. Si este tipo de humor no es de tu rollo, coge la caja con fuerza, lánzala lo más lejos que puedas y monta un pollo en la tienda. Pero después cómpralo: necesitamos comer.