Cayro
Pues todo esto que ves por aquí comenzó con un martillazo.
Ya sabemos que no es la forma habitual de empezar las historias, pero es que aquí nos gusta hacer las cosas de otra manera, a nuestra manera.
Por eso en 1954 nos pusimos manos a la obra y tras un tiempo fabricando piezas para que otros vendieran sus juguetes nos lanzamos a la piscina (en bomba, que salpica más) y creamos nuestro primer juguete, un martillo. Luego vinieron un hacha y un puñal de goma. Sí, sí, nacimos guerreros, qué se le va a hacer. Y desde entonces que no hemos parado de fabricar juguetes y juegos.
Son más de 65 años que han pasado tan rápido como la síntesis de nuestra historia que tienes en el párrafo anterior. ¿Por qué? Pues porque cuando uno está a gusto pierde la noción del tiempo y se pone y se pone, y se entretiene y hasta que tu madre no te llama para que te despidas de tus amigos y subas a cenar ni te habías dado cuenta de que se te había hecho de noche y que llevabas toda la tarde jugando.